El día en que me convertí en adulta. Claves para tomar las riendas. Colaboración con la revista Mujer Hoy

pic.aspxDice el diccionario que adulto es aquel que ha llegado a su máximo crecimiento o desarrollo. La edad biológica hace que tanto nuestro cuerpo como nuestro cerebro maduren. »Al finalizar la adolescencia, el lóbulo prefrontal que es la zona responsable del autocontrol, de la regulación emocional y de dirigir nuestra conducta está maduro para hacerlo», explica la psicóloga Silvia Álava. Otra cosa es que lo haga…

Ser el dueño de la propia vida no es una cuestión de edad sino de una combinación de factores. Uno es el capitán de su vida cuando vive de manera autónoma y goza de independencia económica; cuando toma sus decisiones y dispone de habilidades para cumplir con sus expectativas; cuando asume sus responsabilidades y acepta las consecuencias de sus actos; cuando es capaz de manejar sus emociones y de capear tiempos difíciles…

Y, sin embargo, la suma de todo esto no nos libra de las dudas y de esos vacíos existenciales tan difíciles de precisar. En muchos casos puede relacionarse con una falta de seguridad personal; pese a que cumplo con lo establecido siento que no lo hago todo lo bien que debería…, explica Silvia Álava. Es lo que le pasó a Kelly Williams Brown, una estadounidense al borde de los 30 y autora de Adulting: cómo convertirse en adulto en 468 facilísimos pasos.

A pesar de ser independiente y tener un buen trabajo, se sentía »como una niña la mayor parte del tiempo» y se dio cuenta de que no era la única tras entrevistar a cientos de personas. Por eso recopiló, en una guía desternillante, su visión sobre cómo madurar sin morir en el intento. Un ejemplo: »Si quieres tirar algo líquido hazlo en el fregadero. Si quieres tirar algo sólido (aunque sea arroz o esas bolitas metálicas que adornan las tartas) hazo en la basura. Siempre». O no tengas miedo a las charlas educadas e intrascendentes: el 87% son demasiado largas, pero acaban.

Aunque también hay otros consejos menos humorísticos: »Acostúmbrate a dar más de lo que recibes. Pasar de estar orientados hacia nosotros mismos a estarlo hacia los demás es una transición necesaria».

Más allá de la edad. A una conclusión semejante llegó María García Ripio. Tenía 40 años y un hijo de dos, se había licenciado en Bellas Artes y trabajaba como profesora. »Ser madre fue el primer paso para salir de la burbuja de las necesidades insaciables del yo».

»En realidad no es tan normal saber lo que queremos. Es un logro psicológico poco común y difícil de alcanzar», asegura Silvia Álava, citando al psicólogo Abraham Maslow, padre de la célebre pirámide que jerarquiza las necesidades humanas. Y las cifras le dan la razón: solo el 48% de los españoles reconoce estar satisfecho con su vida. El resto desearía poder cambiar de empleo, disponer de más tiempo libre, de más recursos, más margen de decisión sobre su día a día… ‘‘Ser adulto significa responsabilizarme de mi vida y no echarle la culpa a los demás, a la crisis, al vecino…», asegura María, que lo vio claro cuando halló su camino espiritual.

»Muchas personas no han aprendido a ser autónomas, quizás porque nunca se lo enseñaron o no lo necesitaron, y ante sucesos traumáticos, como una enfermedad, un divorcio o una muerte, tuvieron que aprenderlo a marchas forzadas, con el sufrimiento que conlleva», afirma la psicóloga.

A Eva Ruiz el diagnóstico de un linfoma de Hodgkin cuando tenía 13 años la expulsó precipitadamente de la niñez y a los 18 creó una asociación para ayudar a otros como ella. Y es que, aunque los adolescentes prefieren obviarlo habitualmente, el salto a la madurez no suele ser un camino de rosas.

Claves para tomar las riendas

Plantéate metas y objetivos realistas.

Piensa hacia donde quieres dirigir tu vida, pero sin dejar de tener los pies en la tierra. Se trata de un pacto personal, no hay que rendir cuentas a un tercero, solo a nosotros mismos, recomienda Silvia Álava.

Nunca digas nunca.

Es el consejo de Gregory Cajina, coach y autor de Rompe tu zona de confort. Desde que somos niños nos están diciendo lo que no podemos o debemos hacer. Este bombardeo de negaciones acaba por dinamitar nuestra confianza para resolver los obstáculos.

No somos superhéroes.

Todos, en ciertos momentos, podemos sentirnos desvalidos e inseguros aclara Álava. No hay que pensar que por cumplir años vamos a lograr una total estabilidad en la que estaremos libres de preocupaciones.

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¿Cómo motivar a los niños al final de curso escolar? Colaboración con Papasehijos.com

¿Cómo motivar a los niños al final de curso escolar?

motivación-educaciónSe acerca el final del curso escolar, y todos, tanto padres como niños estamos con las fuerzas justas y con ganas de que lleguen las vacaciones. Pero no es momento de flojear, estamos en la recta final y muchos alumnos se juegan mucho, pues todavía quedan exámenes por hacer, trabajos que entregar y muchas cosas por aprender. Siguiendo estas pautas seguro que este fin de curso será más llevadero para todos:

  • Marca objetivos a cumplir, no tiempo de estudio. Qué el niño vea que si el objetivo es aprender una lección, que cuando ya se la sabe, tendrá tiempo libre para jugar. Las personas, incluidas los niños, funcionamos mejor trabajando por objetivos que por tiempos.
  • Los objetivos deben de ser realistas y ajustados al potencial y la evolución del niño. Por ejemplo, si el niño lleva mal las matemáticas durante todo el curso, no podemos pretender que en junio saque un sobresaliente. De esa forma solo conseguiremos desmotivarle y que no se sienta capaz de alcanzar el objetivo.
  • Lo ideal es trabajar desde la motivación intrínseca, o interna, es decir hacer las cosas porque yo quiero, porque eso me hace sentir bien. No obstante, cuando los niños son pequeños, muchas veces este tipo de motivación todavía no se ha desarrollado, y tendremos que trabajar desde la motivación extrínseca o externa, es decir, hacemos las cosas por conseguir algo que queremos, como por ejemplo, ver un tiempo la televisión, jugar unos minutos a la Tablet, jugar a algo que le apetezca mucho… será fundamental que el niño sepa las recompensas que va a tener por estudiar. Por ejemplo, jugar unos minutos en el ordenador…
  • Una vez que el niño ha cumplido su objetivo de estudio o de trabajo podemos preguntarle que tal se siente, si está contento por haberlo realizado. De esta forma le haremos reflexionar sobre cómo cuando cumplimos con nuestras obligaciones nos sentimos bien, pues esto será el mejor reforzador a medio y largo plazo.
  • No olvidemos que la principal fuente de aprendizaje de un niño es el modelado, es decir los niños copian a sus adultos de referencia que principalmente son padres. Por eso, es importante que los padres, pese al cansancio, al calor y al buen tiempo, sigan siendo modelo de esfuerzo y de constancia en el niño.

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FUENTE: www.papasehijos.com

¿Cómo actuar ante un niño con problemas de aprendizaje? colaboración con Nosotras.com

Dificultades de aprendizaje

Dificultades de aprendizaje

Hay muchos casos en los que los niños presentan dificultades de aprendizaje, no pueden seguir el mismo ritmo que sus compañeros de clase, les cuesta más…Bien porque tienen dificultades específicas en un área, o porque tienen problemas de atención, de memoria, de lectoescritura…

En estos casos, será fundamental evaluar al niño en profundidad. Se trata de hacer una evaluación de todos los posibles componentes del área intelectiva, cognoscitiva y madurativa, para conocer el nivel de desarrollo actual del niño, cuál es su potencial intelectual, y así, poder establecer un programa que le ayude a superar dichas dificultades.

Se trata de hacer un análisis de su ejecución, saber cuáles son sus puntos fuertes, que se podrán utilizar para compensar sus dificultades, y cuáles son sus debilidades, analizando el tipo de error que comete el niño, para ver qué procesos son los que tiene afectados y de esta forma establecer el diagnóstico y la intervención a realizar.

En estos casos, lo primero de todo es recopilar toda la información posible, hablar con el tutor, con los diferentes profesores…Para recibir de primera mano las dificultades que observan en el niño, y la hipótesis que ellos se plantean, por qué creen que ha habido esa bajada en las notas

Observar al niño en casa, que está haciendo, cuánto tiempo dedica al estudio, si hace los deberes, no los hace…Y por supuesto, hablar con el propio hijo, pues en ocasiones nos sorprenderá su sinceridad. Los niños reconocen cuando han vagueado más de la cuenta, si es que no entienden alguna materia en concreto… En función de estas causas, los padres deberán a actuar de una manera u otra:

  • Si tiene dificultades específicas, necesitará un apoyo profesional.
  • Cuando el tema es de falta de motivación, tendremos que trabajar desde la motivación extrínseca. Por ejemplo, se podría establecer que las cosas como ver la tele, el ordenador, la tablet… Hay que ganárselas y se podrán utilizar al finalizar los deberes o cuando se haya estudiado lo correspondiente en el día de hoy.

FUENTE: nosotras.com

¿Es posible conseguir que nuestros hijos sean felices? Diario El Faro de Vigo

Evitar la sobreprotección y no ser padres ‘helicóptero’ son claves para ayudar a los jóvenes a ser más dichosos

Silvia Álava - Alejandra Vallejo-Nájera¿Se puede medir la felicidad? ¿Podemos conseguir que nuestros hijos sean más felices? Rotundamente sí, aseguran las psicólogas Alejandra Vallejo-Nágera y Silvia Álava. Podemos aumentar hasta en un 40% su felicidad, y no es precisamente dándoles todo lo que nos piden. El secreto, educarles en valores, dotándoles de las herramientas emocionales y las pautas educativas que les permitan desarrollarse, explorar, superar sus errores, ser autónomos, seguros, capaces y, en definitiva, más felices. Es la conclusión compartida de dos de las más reconocidas expertas en psicología infantil que el British Council School ha reunido en la II Jornada sobre Educación para el Bienestar en la Infancia.

La felicidad, algunos estudios científicos, viene determinada en un 50% por la genética; en un 10% por las circunstancias externas o el contexto; mientras que el restante 40% depende de nosotros, de actividades intencionales y emocionales que nos llevan a ser felices. Es, explica Silvia Álava, «en este 40% donde los padres pueden influir para aumentar la felicidad de sus hijos», a través de las pautas educativas, de los valores y del ejemplo que les trasmiten y que les sirven para enfrentarse a los retos que se van a encontrar en la vida.

«Educar en valores es fundamental, es importantísimo», asegura Alejandra Vallejo-Nágera que propone a los padres un pequeño juego para intentar situarles en el lugar de sus hijos. Algo tan sencillo como pedirles que, sin hacer trampas, dibujen una foto que otro adulto le describa, sin que el que describe vea los progresos del dibujo, para que no pueda reorientar sus trazos. Este simple ejercicio, nos sitúa en una tesitura similar a la de los niños, nos provoca la misma frustración que sienten los pequeños cuando no entienden bien lo que se les dice, sienten que le faltan datos y tienen que interpretar las descripciones con su propia experiencia.

Hay que dar herramientas a los niños Sigue leyendo

La Aventura del Saber de TVE en el Centro de Psicología Álava Reyes para hablar de sobreprotección e inteligencia emocional

Hemos tenido el honor de acoger al programa La Aventura del Saber de TVE en nuestro Centro de Psicología, os adjunto el fabuloso resultado: un reportaje sobre la sobreprotección y sus efectos en los niños y la presentación de una de las herramientas más innovadoras para desarrollar la inteligencia emocional de los más pequeños: la App Gomins, realizada tras meses de investigación y desarrollo:

 

10 claves para ser una madre feliz vía HacerFamilia.com

La felicidad es un estado de ánimo, una sensación de bienestar que nos invade de manera muy agradable. En este estado intervienen factores internos y personales, pero también externos vinculados a los demás, a nuestros seres queridos… y en el caso de las madres, especialmente relacionados con los hijos, la pareja, lafamilia, los amigos… ¿Dónde reside la esencia de la felicidad?

Meg Meeker, pediatra con 25 años de profesión, madre desde los 26 años y experta en Educación, Adolescencia e Infancia ha desgranado en su libro Los 10 hábitos de las madres felices la esencia de la felicidad materna.

10 hábitos de las madres felices - Silvia Alava - Hacer FamiliaEn ocasiones, es la presión que ejerce la sociedad sobre las mujeres, la que impide el desarrollo de la felicidad. La continua necesidad de perfección basada en que hay que saber hacer de todo y hacerlo bien, educando a los hijos, teniendo un buen aspecto, ganando dinero en un buen trabajo, siendo la esposa perfecta… está costando a las mujeres un peaje que resiente su salud física, mental y emocional. La doctora Meg Meeker aboga por un cambio basado en unos hábitos positivos para disfrutar más de la vida y de los hijos: Sigue leyendo

¿Cómo debemos premiar a los niños? 10 consejos para trabajar el refuerzo positivo.

??????????????????????????????????????????????????????????????????????????????????En muchos de nuestros artículos os hemos hablado de la importancia de premiar a los niños por sus logros. Reforzar sus conductas positivas es vital para un correcto aprendizaje y reforzar su autoestima. En este post vamos a proporcionaros pautas claras y sencillas para que podáis llevarlo a cabo en casa.

 

10 consejos para trabajar el refuerzo positivo.

Consideramos “refuerzo” a cualquier consecuencia positiva que ocurre tras haber realizado una acción.

  •  Utilízalo cuando quieras que alguna acción se repita: Las leyes de conducta nos explican cómo, cualquier acción a la que sigue una consecuencia positiva, es decir un refuerzo, será algo que buscaremos repetir en el tiempo. Por el contrario, cuando la consecuencia que sigue a la conducta es negativa (“castigo”), la tendencia será a evitar dicha conducta.
  • Si lo que queremos es que la conducta desparezca, tendremos que utilizar lo que los psicólogos llamamos extinción, es decir que tras realizar una acción, no haya ningún efecto, ni positivo ni negativo.
  • Empieza por una alabanza o un pequeño premio: El refuerzo positivo consiste en aplicar una consecuencia positiva tras un comportamiento que queramos que el niño siga haciendo, como puede ser una alabanza o un pequeño premio. Tiene que ser algo positivo en sí mismo.
  • El refuerzo negativo también es posible: es la eliminación de una consecuencia negativa, y también nos servirá para consolidar las conductas.
  • El mayor refuerzo que puede tener un niño es la atención de sus padres. Que sus adultos de referencia les hagan caso y estén con ellos es lo que más les puede gustar.
  • Ojo a las reprimendas: cuando regañamos o reprendemos a un niño, aunque sea de forma negativa, sigue teniendo la atención del adulto. Por eso algunos niños no reaccionan a las reprimendas, incluso parece que las van buscando.
  • Ajústate a la edad del niño: Los refuerzos en los niños siempre deben de estar ajustados a la conducta que el niño ha realizado. No conviene premiarles con refuerzos desproporcionados, porque entonces perderán su valor.
  • Los refuerzos sociales, como mostrarle al niño lo contentos o lo orgullos que están sus padres respecto a su conducta, lo mayor que es, lo que está esforzando, lo bien que se porta… son más eficaces y más duraderos que los refuerzos materiales.
  • La familia es importante: Que un familiar cercano con el que le niño tenga un especial apego, le llame por teléfono para felicitarle por un logro puede ser un gran reforzador para el niño.
  • Empieza por ti mismo: Refuérzate a ti mismo/a, regálate pequeños premios por tus logros, serán fuente de alegría para ti . Que tus hijos y tu pareja te vean feliz será fuente de alegría también para ellos.

FUENTE: Papisypeques.com

20 de Marzo Día Internacional de la Felicidad: Cómo enseñar a tus hijos a ser felices

Cómo despertar y potenciar la felicidad en los niños. Bienestar, despreocupación, seguridad y tranquilidad, son algunas situaciones que pueden definir muy bien la felicidad.

Conseguir que nuestros hijos sean niños felices es una de nuestras principales metas, aunque no siempre es fácil conseguirlo. Tener a un niño o niña feliz debe ser el propósito de los padres así como de los profesores y de toda la sociedad. ¿Es tu hijo feliz?

niños felices

Para la psicóloga Silvia Álava Sordo, el 50 por ciento de la felicidad se debe a factores genéticos, un 10 por ciento a las circunstancias vividas, y el 40 por ciento a la actividad emocional que podemos aprender a controlar para ser más felices. Es decir, que la felicidad también se aprende.

Basándose en estudios de la Dra. Sonja Lyubomirsky y María Jesús Álava Reyes, la psicóloga ha desarrollado una serie de actividades rotativas apoyadas por pautas básicas que ayudan a potenciar la felicidad en los niños.

Aprender a ser feliz

El trabajo propone fomentar la gratitud, la amabilidad, el trabajo en equipo, la comunicación, integridad, y hacer actividades con los hijos. Además, durante las actividades se reproducirá un vídeo infantil y didáctico sobre los consejos para potenciar la felicidad en los pequeños. Para el proyecto, son ocho las claves de la felicidad infantil:

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El síndrome de la mala madre. Por Patricia Ramírez para el diario El País

Os adjunto el interesante artículo escrito por Patricia Ramírez para el diario El País, en el se habla de las situaciones y consejos ante los cambios sociales, profesionales y de papeles que ha protagonizado la mujer en estas últimas décadas y cómo esos cambios han impactado en la maternidad a día de hoy.

Además, el libro Queremos Hijos Felíces, aparece amablemente referenciado por Patricia como lectura recomedada dentro del artículo:

  • ¿Es posible compaginar maternidad, trabajo, pareja, amistades y parcelas de privacidad?
  • Lo mejor es centrarse en atender a la calidad de las relaciones y el vínculo con sus hijos

El síndrome de la mala madreEste artículo podría ir dirigido a los padres. Padres deseosos de disfrutar de sus hijos, pasar tiempo con ellos; padres entregados, que juegan, que cambian pañales y educan igual que lo hacen las madres. Pero los cambios sociales, profesionales y de papeles que ha protagonizado la mujer en estas últimas décadas y cómo esos cambios han impactado en la maternidad merecen un artículo solo para ellas. Piense durante unos segundos en el concepto de madre, no en la suya, ni en la mejor o peor madre del mundo que pueda conocer. Solo recapacite sobre lo que significa y lo que asociamos con “ser madre”. Imagino que le vienen a la cabeza ideas como “amor incondicional, abnegación, dedicación, ternura, cobijo, renuncia, satisfacción, plenitud, realización personal, vida, entrega, estar siempre ahí, lealtad, sumisión…”. Y un sinfín de palabras relacionadas con darlo todo por alguien.

Ese es el concepto con el que nos hemos educado. La madre es esa persona incondicional que nunca le va a fallar. Esa persona capaz de renunciar a todo para que usted esté bien, la que espera con paciencia, la que siempre tiene una palabra de apoyo para animar o la que le presta su hombro para que llore cuando lo necesite. Este juicio de madre viene de cuando las mujeres se educaban en no tener más ambición que ser buenas esposas, mujeres, educadoras y transmisoras de valores; cuando solo se dedicaban a cuidar y organizar el hogar, coser, hacer coletas, quitar piojos, guisar, limpiar o dirigir a la que limpiaba en casa. Había excepciones, por supuesto, como Marie Curie, física, matemática, química, madre de dos hijas y galardonada con dos premios Nobel, pero no era la regla general.

«No hay manera de ser una madre perfecta, hay un millón de maneras de ser una buena madre»

Jill Churchill

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FUENTE: Diario El País